Un estudio revela que el estigma social provoca aislamiento y soledad en las personas con enfermedad mental
El estigma social provoca aislamiento y soledad en las personas con enfermedad mental. Así lo recoge un informe realizado por Fedeafes, la federación vasca de asociaciones de familiares de personas con enfermedad, en el que han participado 200 personas, entre personas con enfermedad mental, familiares, profesionales y agentes claves de diversos sectores. El objetivo de este trabajo es avanzar en la inclusión social y participación normalizada en la comunidad de las personas con problemas de salud mental.
Mari Jose Cano, gerente de Fedeafes, ha afirmado que el estigma social resulta más dañino para las personas con enfermedad mental que la propia dolencia, porque el paciente acaba por asumir las “creencias erróneas” de la sociedad sobre este tipo de enfermedades. Pese a destacar que en la actualidad las personas con enfermedad mental pueden desarrollar una vida normalizada si siguen el tratamiento sociosanitario adecuado, Cano ha expresado que todavía padecen las consecuencias del “esa barrera invisible” formada por prejuicios. Por ello, ha apostado por “cambiar la mirada de la sociedad”.
La presentación del estudio sobre el estigma social, realizada hoy en Bilbao, ha contado con la presencia del viceconsejero de Políticas Sociales, Iñigo Pombo, y del viceconsejero de Salud, Guillermo Viñegra. Pombo ha mostrado el apoyo y reconocimiento del Gobierno vasco a este trabajo, y ha destacado que el movimiento asociativo en torno a la salud mental debe afrontar tres retos: sensibilizar a la sociedad, ser interlocutor con las administraciones y apoyar al colectivo afectado. “No estáis solos, aquí estamos”, ha enfatizado.
Por su parte, Viñegra ha apuntado que la sociedad vasca debe ser “tolerante, compasiva y no temerosa” a la hora de integrar a las personas con enfermedad mental, y ha apuntado que es deber de todos “luchar contra la ignorancia, la individualidad y el prejuicio”.
El informe concluye que el estigma social afecta muy negativamente al bienestar emocional de las personas con enfermedad mental, ya que les genera sentimientos de culpabilidad y gran sufrimiento. También se ven afectadas sus relaciones interpersonales, hasta el punto de ocultar su enfermedad por miedo al rechazo.
El estudio de Fedeafes, que ha contado con el apoyo del Departamento de Empleo y Políticas sociales del Gobierno vasco, detalla también las consecuencias que el estigma acarrea para las familias, así como la importancia de abordar iniciativas de sensibilización social. También apuesta por la coordinación entre los ámbitos de la salud y los servicios sociales, y destaca la importancia de los medios de comunicación para contribuir a superar el estigma a través de trasladar a la sociedad una imagen real de la enfermedad mental y de las personas que la sufren.
Los prejuicios también afectan a las expectativas laborales de las personas con enfermedad mental y a su desarrollo personal, ya que el rechazo social conduce a la negación de sus propias capacidades y potencialidades. De igual forma, el informe apunta que la negación de su autonomía para decidir y desarrollarse se produce desde sus familiares y profesionales de apoyo, que en ocasiones caen en la sobreprotección o la desconfianza en su capacidad.
El informe finaliza con propuestas de actuación concretas para 12 grupos de interés; las personas con enfermedad mental, las familias, los profesionales que les prestan apoyo, el movimiento asociativo, el sistema de salud, el sistema de servicios sociales, las entidades locales, el ámbito del empleo, el sistema educativo, los medios de comunicación, la cultura y la justicia.
El acto se ha cerrado con la intervención de María Isabel García, representante de Fedeafes en el Comité de Personas con Enfermedad Mental de Feafes, quien ha explicado cómo se está formando en los últimos años para ayudar a otras personas con enfermedad mental.
Estudio resumido
Estudio completo