Salud Mental Euskadi urge a dotar con más recursos a las familias de personas con problemas de salud mental

 

• La federación vasca ha presentado un estudio que analiza la situación de las y los familiares de personas con problemas de salud mental en Euskadi. El informe aborda el impacto de las responsabilidades relacionadas con el cuidado en la calidad de vida de estas personas y, en concreto, en ámbitos como las relaciones familiares y sociales, el ocio y tiempo libre, el estado de salud y la situación económica.

• María Ángeles Arbaizagoitia, presidenta de Salud Mental Euskadi, ha reclamado una mayor inversión en recursos para apoyar a las familias, ya que son quienes asumen “el grueso de las labores de cuidado y el acompañamiento continuo”.

Salud Mental Euskadi, la federación vasca de asociaciones de familiares y personas con problemas de salud mental, reclama una mayor inversión en políticas que apoyen a las familias de personas con problemas de salud mental, con el objetivo de mitigar el impacto que suponen las responsabilidades y labores de cuidado que ejercen. La entidad vasca ha presentado hoy en Donostia un estudio que analiza, precisamente, las consecuencias negativas que asumen las y los familiares de personas con problemas de salud mental en ámbitos como las relaciones familiares y sociales, el ocio y tiempo libre, el estado de salud y la situación económica.

En la presentación de la investigación, publicada coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Cuidadoras que se celebra el 5 de noviembre, María Ángeles Arbaizagoitia, presidenta de Salud Mental Euskadi, ha subrayado la función de las y los familiares como “principales proveedores de apoyo a las personas con problemas de salud mental”. La representante de la entidad vasca ha asegurado que “es la familia quien asume, muy frecuentemente, el grueso de las labores de cuidado y el acompañamiento continuo”.

El cuidado afecta a diferentes esferas. En concreto, seis de cada 10 personas afirman que sus relacionados familiares se han resentido debido a la situación, y en 3 de cada 10 familias se producen rupturas y separaciones. Para la mayoría de las personas cuidadoras, el tiempo de ocio y relaciones sociales disminuye significativamente, sobre todo en el caso de las mujeres y de las y los familiares que conviven con las personas afectadas.

Otro eje importante tiene que ver con el estado de salud y el bienestar emocional. Casi seis de cada diez personas consultadas no se muestran satisfechas con su estado de salud emocional. Además, el 12% de las y los familiares que asumen el cuidado de una persona con trastorno mental cuentan actualmente con algún problema de salud mental diagnosticado”, ha aseverado Irama Vidaurreta, investigadora de Fundación EDE. En esa misma línea, casi cuatro de cada diez personas consultadas siguen en la actualidad un tratamiento y/o cuentan con apoyo psicológico o farmacológico.

Asimismo, casi la mitad de las personas cuidadoras afirman sentirse estresadas y sobrepasadas por prestar este apoyo, y un 47,9% de las personas encuestadas han desarrollado problemas de salud físicos a consecuencia de su labor (perdida de energía, fatiga, mareos, dolores…).

El estudio también analiza el sobrecoste económico para la familia, originado principalmente por el pago de medicinas y especialistas, además de por otros gastos como el copago de los servicios a los que acude el familiar con problemas de salud mental. De hecho, ese sobrecoste “supone una barrera para la adecuada atención de algunas personas”, Una cuarta parte de las personas consultadas afirma haber renunciado, al menos en alguna ocasión, a algún tratamiento o especialista para su familiar por no poder asumirlo económicamente”, ha señalado Vidaurreta.

A pesar de los gastos extraordinarios que deben costearse las familias, las labores de cuidado dificultan frecuentemente la conciliación laboral y familiar. Esta situación obliga a algunas familias a reducir sus horas de trabajo o a renunciar a su puesto, lo cual afecta al volumen de ingresos económicos de la familia. En una de cada cinco familias consultadas (21,3%) al menos una persona ha tenido que reducir su jornada laboral y en el 17,4% de las familias alguien ha dejado el trabajar para asumir la responsabilidad de los cuidados. Esta situación afecta mayoritariamente a las mujeres y a las personas que conviven con el familiar.

El estudio analiza también la labor que realizan las asociaciones pertenecientes a Salud Mental Euskadi para aminorar el impacto negativo de las responsabilidades que recaen en las familias. En concreto, 9 de cada 10 personas se sienten satisfechas con los recursos que ofrecen las entidades vascas y encuentran en ellas espacios de comprensión y empatía. Por ello, María José Cano, gerente de la federación vasca, ha subrayado la importancia de que los diversos servicios de atención deriven a las familias a estas asociaciones donde podrán encontrar múltiples apoyos.

Propuestas de mejora en la atención a las familias
Entre las propuestas que lanza Salud Mental Euskadi para la mejora de la calidad de vida de estas familias, destaca la promoción de recursos para el respiro de las familias (recursos residenciales temporales, apoyo domiciliario, ocio y tiempo libre…), así como el aumento de apoyos profesionales. “Es necesario aliviar la carga de cuidados familiares con apoyos profesionales e impulsar modelos que promuevan la vida independiente. Todo ello redundará en un aumento de la calidad de vida de las familias”, ha asegurado Cano.
Entre las principales demandas figuran también las ayudas económicas, las medidas de conciliación laboral y familiar y la inclusión de la perspectiva de género en las políticas de cuidados, para equilibrar el impacto de las responsabilidades entre mujeres y hombres. Salud Mental Euskadi pide, asimismo, la revisión de los protocolos de derivación desde la atención primaria a la Red de Salud Mental para facilitar que las y los familiares responsables del apoyo y cuidado puedan acceder a un tratamiento psicológico con la intensidad que requiera cada caso.
Por otro lado, el estudio ofrece un mapa de recursos disponibles para responder a las necesidades de las familias, así como un catálogo de buenas prácticas e iniciativas remarcables de ámbito autonómico, nacional e internacional.

Perfil de las familias

Irama Vidaurreta ha detallado el perfil de las y los familiares de personas con problemas de salud mental de Euskadi, en base a los resultados del estudio que se ha elaborado fundamentalmente a partir de encuestas y de la reflexión articulada en diversos grupos de discusión de familiares. Tal y como ha explicado, el 80% de las personas cuidadoras tiene más de 50 años, y son en su mayoría las mujeres, y en especial las madres, quienes asumen los cuidados.
La jornada de presentación del trabajo realizado por Salud Mental Euskadi ha contado también con una mesa redonda de familiares y profesionales, así como una sesión de trabajo en grupos con la participación de representantes de redes de salud mental, del departamento de Salud del Gobierno Vasco, de las diputaciones forales y del Ararteko, junto a profesionales y familiares, para reflexionar e intercambiar ideas en relación con la mejora de la atención.

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